La Consejería de Educación de CYL ha contabilizado a unos
cinco mil niños de Castilla y León –de los 350.000 alumnos que forman la
comunidad escolar- como los causantes de las incidencias ocurridas en los
colegios de la Comunidad durante el curso pasado, de los que la mitad fue
reincidente, según los datos del barómetro de violencia escolar del Gobierno
regional. De este modo, apenas un uno por ciento del alumnado se vio inmerso
como autor en algún tipo de incidente.
Según este barómetro, en la Comunidad se producen
cada año unas 30.000 incidencias en los colegios, si bien la
inmensa mayoría de ellas no revisten ninguna gravedad. De ellas, el
- 18.000 incidencias, el 60 por ciento
del total, tienen que ver con la relación entre el profesor y el alumno
y tienen que ver con
- Actitudes de desacato a la autoridad del
maestro, con
- Comportamientos que van desde una
contestación en público a un insulto grave.
- 9066 incidencias, se refieren a
incidencias entre los alumnos, también con distinta gravedad,
- Nivel 1: Hechos leves, es decir, los
que se producen entre iguales y de forma puntual, como insultos o una pelea
aislada , en el primer trimestre se registró 3.050 casos , en el segundo se
produjeron 3.340 y en el último fueron 2.042.
- Nivel 2, es decir, aquellos en los que se
produce una agresión en los que una parte es superior a la otra, con datos
que van desde los 298 casos en el primer trimestre; 248, en el segundo, y
44, en el tercero.
- Nivel 3: Los más graves, los que técnicamente
son de acoso escolar, que se activa cuando la correlación de fuerzas entre
el autor y la víctima es desproporcionada y se mantiene con gran intensidad
durante mucho tiempo, en el primer trimestre se registraron 22 episodios; en
el segundo se redujo a 14, y en el tercero fueron ocho.
- En el 15 por ciento restante es
violencia que se dirige contra objetos o mobiliario del centro.
Las instrucciones dadas por la Junta han logrado que los profesores presten más
atención a las situaciones, que permite descubrir más agresiones leves, y a la
vez evitar las más graves, lo que ha permitido identificar a unos 5.000
niños que producen estos casos, con una media de dos en un curso. La mitad de
los autores en un trimestre reincide en el siguiente.
Se ha visto una relación entre los suspensos y los episodios de violencia, «ya
que denota que los niños están desmotivados y el aburrimiento está en el origen
de muchos incidentes», según el Consejero de Educación, Francisco Javier Álvarez
Guisasola,. La edad más difícil oscila entre los 12 y los 14 años.
El consejero de Educación, Francisco Javier Álvarez Guisasola, explicó que este
diagnóstico de las aulas de la Comunidad -que dista mucho de la radiografía
efectuada recientemente por el Grupo Cisneros que ponía de manifiesto que uno de
cada cuatro alumnos había sufrido algún episodio de acoso escolar-, si bien
habría que destacar que los datos del Grupo Cisneros proceden de una
extrapolación estadística de un estudio de la población escolar, mientras que
los datos de la consejería, se refieren a incidentes detectados y registrados,
que evidentemente "no están todos los que son".
La Consejería de Educación de Castilla y
León ha diseñado y puesto en marcha Planes de Convivencia, «que han
surtido un buen efecto, tanto en el mejor control que se tiene de las
situaciones, como en la reducción de los casos más graves».
El siguiente paso, explicó, será el nombramiento de coordinadores de convivencia
en los centros más conflictivos, profesores que tendrán como función controlar
el cumplimiento y desarrollo del plan de convivencia, así como ejercer como
mediador en conflictos que se puedan resolver sin llegar a un expediente
disciplinario. Si el programa diera resultado, se terminaría implantando
la figura en todos los colegios de Secundaria el próximo curso.
Datos elaborados a partir del barómetro de
violencia escolar.
Ver
información publicada en el Diario Palentino Digital.
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