Carta abierta a los dirigentes de CCOO.

Buscando por internet las palabras ""CCOO traición" y "CCOO traidores", he encontrado la siguiente carta abierta publicada en SADI Cádiz.  No tiene desperdicio, su lectura.

El documento original en formato PDF lo puedes consultar en Sadi Cádiz.

 

CARTA ABIERTA SOBRE LOS DIRIGENTES DE CCOO

La verdad es que tengo un sentimiento ambivalente; por un lado siento algo de admiración, pero por otro las vísceras se me revuelven.

 

Tengo cierta admiración porque hay que reconocer que no se han movido ni un ápice de sus posiciones tradicionales. Hasta el propio Presidente del PSOE (que no es lo mismo que “la cabeza” pensante) intentó cambiar sus posiciones; pero por lo que parece CCOO es un muro infranqueable.

 

He presenciado en el año 90 una asamblea de interinos en Granada en la que una votación a mano alzada por una amplísima mayoría rechazaba las posiciones de CCOO, pero ellos (en aquella ocasión Amezcua , Machado y otros) consiguieron repetir la votación, pero esta vez secreta, y por arte de magia el resultado final les dio la razón (al menos eso decían ellos).

 

También he presenciado cómo una manifestación de interinos penetraba en la sede de CCOO en Cádiz, y ellos permanecían inalterables.

 

El lanzamiento inocente de huevos en otra manifestación de interinos, esta vez en Sevilla, contra la sede central de CCOO, se convirtió en “un ataque fascista” contra la casa de los obreros.

 

Hay que reconocer que su capacidad de manipulación no tiene límite. Su capacidad para improvisar, manipular y tergiversar es prodigiosa.

 

Conozco militantes destacados de CCOO enseñanza, incluso algunos antiguos liberados, que al pedir explicaciones por las actuaciones en el tema de interinos han salido trasquilados.

 

Además de ser insolidarios, de haber firmado en los últimos 20 años todos los papeles que sus jefes le han puesto por delante, de no haber convocado ni una sola huelga en la enseñanza pública en estos 20 años, de haber estado en contra de las movilizaciones de los trabajadores que sí se han movilizados en este tiempo, a pesar de haber hecho esfuerzos ímprobos por desmovilizar a esos trabajadores, por manipular la información, por engañar, por insultar a otros representantes que avisaron de los problemas de futuro, etc. etc., encima de todo esto se llaman progresistas, se llaman vanguardia de los trabajadores, se reconocen como representantes de la izquierda obrera. Aceptan la paulatina privatización de la enseñanza pública, aceptan que cada vez existan más conciertos, dejando a la escuela pública en una situación cada vez más lamentable. Y después encabezan manifestaciones como representantes del “pueblo”.

 

Todos tenemos que reconocerles que además de no tener vergüenza, tienen una cara dura tan grande que a fuerza de repetir sus mentiras acaban convenciendo a muchos incautos.

 

Tienen voz en determinados medios, que no ponen en duda sus mentiras; a cambio defienden a esos medios contra cualquier amenaza.

 

Tienen tanta fuerza que ni siquiera los parlamentarios de (la supuesta) izquierda osan llevarle la contraria.

Todo lo dicho hasta aquí no es nada nuevo, lo nuevo es que todo esto lo reconocen en un informe.

 

¿Es tanta su fuerza que pueden regodearse?

 

¿Han previsto la reacción no controlada (pero sí más que justificada) de algunos trabajadores que se vean pisoteados, traicionados, ultrajados?

 

Lo que me apetece decir es que me c. en la p. m. de esos líderes, pero sus madres no tienen culpa de tener unos hijos tan malvados. A veces pienso qué les diría si los tuviera delante, y afortunadamente no se me da el caso porque nunca se me ocurre nada que decirle, pero sí se me ocurre qué hacerles.

 

A los traidores hay que tratarlos como tales, y desde ahora no caben medias tintas. Ellos son los responsables de lo que pueda pasar, ellos son los responsables de lo que los trabajadores puedan hacer. Y ellos son los responsables precisamente por no reconocerlos como trabajadores.

 

Si todo sale como ellos han previsto vuelven a oponer a trabajadores (algunos con muchos años a sus espaldas), con aspirantes a trabajadores. Y de esa oposición nada bueno puede salir. O bien frustración por los jóvenes al no poder tener el trabajo que se les proponía, o bien dejar en la calle a trabajadores con mucha antigüedad que defienden sus puestos de trabajo. Y los auténticos responsables de esa oposición son los representantes de CCOO, no quieren reconocer como trabajadores a los interinos; y prometen a los jóvenes opositores sus puestos de trabajo. Cuidado que de ese enfrentamiento no pueden salir indemnes.

 

Me han crucificado mis jefes, pero esta vez no sé si voy a aceptar sin más que lo hagan los supuestos “representantes” de los trabajadores.

 

CCOO tiene representantes en los Comités ejecutivos de casi todas las Cajas de Ahorros, ¿a quién dan explicación de sus actuaciones? ¿quién controla los beneficios de CCOO?

 

Ha llegado a ser comentario jocoso el dinero que reciben los sindicatos por los supuestos cursos de formación, pero ¿y el dinero de las cajas? Cuando los representantes de los trabajadores se confunden con los representantes de los patronos, tengo más miedo a los representantes de los trabajadores que a los de los patronos, a estos últimos ya los conozco a los otros ya los estamos sufriendo, ¿hasta cuándo?

El Crucificado

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