Carta abierta al presidente Camps.

Carta abierta de Ana Jeréz Méndez, al Presidente Camps de la Generalitat Valenciana.

 Sobre los despidos colectivos de funcionarios interinos.


Usted, señor Camps, en sus últimas declaraciones ha afirmado que de los 250.000 empleos prometidos al inicio de la legislatura ya se han creado 145.000. Enhorabuena. Como todos los lectores comprenderán un sindicalista jamás se opondrá a la creación de empleo. Desde IGEVA nos alegramos. Aunque nos alegraría aún más que no olvidara a los trabajadores de su empresa, la Generalitat Valenciana.

Hay una cuestión clave, usted es el presidente de los valencianos, unas elecciones democráticas han decidido que su partido sea el elegido, y que usted sea quien ostente la representación de la Comunidad Valenciana, y debe gobernar para todos. Bajo su responsabilidad estamos también un conjunto de empleados que dependemos del Consell, su gobierno, ‘‘trabajadores que estamos en precario’’, que desde hace años tenemos contratos temporales y de interinidad, que hemos cumplido y superado, en muchos casos muy ampliamente, los 40 años de edad y hemos enfocado nuestra actividad profesional en la Administración. Esta es nuestra especialización: el sector público, en él creemos y en él hemos desarrollado nuestra vida laboral y a él hemos aplicado nuestro esfuerzo.

Pues bien, las políticas de su Gobierno crearán empleo en el sector privado, pero al mismo tiempo se está produciendo la descapitalización paulatina de su empresa, ¿lo sabía? Los sucesivos despidos que se están produciendo en la Administración valenciana desde hace más de un año provocan que personas con amplia experiencia, y varios trienios de antigüedad (no reconocida), se marchen al paro y se conviertan en eso que algunos macroeconomistas llaman ‘‘escoria del mercado laboral’’ porque tanto su edad, como su formación, los incapacita para encontrar otro empleo, y su Administración no los recoloca y no porque carezca del instrumento legal adecuado para hacerlo. Así pues, crea usted trabajo fuera y sigue despidiendo en su empresa. Y es que “en casa del herrero, cuchillo de palo”.

Señor presidente, su Gobierno está expulsando de la Administración a personas de muchas edades, pero lo más alarmante es que está despidiendo a trabajadores con 55, 60 y 64 años de edad, sin alternativa, sin un plan de empleo o sin un plan de reconversión que mantenga en periodo de prejubilación a estas personas hasta el momento en que cumplan los 65. ¿Cree usted, de verdad, que estos trabajadores y trabajadoras, por su edad, por su especialización laboral y por sus compromisos familiares y vitales, están en condiciones de igualdad para competir en el sistema de oposición con jóvenes recién licenciados?

Reflexione. La tan manida “igualdad”, argumento que se esgrime siempre que se habla de acceso a la Administración, está creando desigualdad y sobre todo injusticia. Estamos seguros de que la Constitución no se extendió más en estas cuestiones porque confió en el sentido común y en el sentido de la justicia de los gobernantes y legisladores. Lástima que no hable.

No se puede hacer competir en condiciones de igualdad a personas con características y situaciones desiguales. Fíjese, esto se tiene claro cuando se habla de discapacidad reglada, en cambio, cuestión bien distinta se plantea cuando, sin ningún tipo de reparo, esta Administración, que usted y su gobierno dirigen, está dejando sin empleo a personas con mucha experiencia, que durante muchos años han demostrado su valía, y que son abocadas al paro en condiciones de desigualdad por edad y especialización profesional. Señor presidente, el lobo ha hecho acto de presencia.

No podemos dejar de lado que la actual situación de precariedad laboral que padecemos ha sido causada por la propia Administración, porque nos ha privado durante muchos años de la oportunidad de acceder a un empleo fijo de acuerdo con los cauces reglamentarios. Su partido en los diez años que está en el Gobierno no ha corregido los desastres acumulados sino que ha aumentado la tasa de temporalidad; sin eufemismos, ha aumentado la precariedad.

La batalla interna que en los dos últimos años se ha desatado en su partido ha afectado al funcionamiento de la Administración, y no sé si es casualidad o causalidad, que una de las Conselleries, probablemente mas activas, Justicia y Administración Pública, sea la ejecutora de los despidos y que otra aparentemente más inactiva, Economía, Hacienda y Empleo, agote el presupuesto sin autorizar gasto en personal y siendo la que en definitiva evita las recolocaciones, forzando, sin miramiento, la eliminación del capital humano de la Generalitat. Y todo bajo su dirección, señor presidente.

El llamado Plan de Estabilidad que firmó IGEVA con su Administración y que contó con el respaldo de otros sindicatos, no está respondiendo a las expectativas de consolidación de empleo que se habían generado entre el amplísimo colectivo de trabajadores temporales y funcionarios interinos de la Generalitat. Se ha convertido en un plan de reducción de temporalidad y esto desde luego no tiene que ver con una consolidación de empleo.

Es hora de que en su Gobierno se tomen medidas tajantes, alternativas, extraordinarias, valientes, justas y legales para resolver los problemas de temporalidad que sufre la Administración valenciana.

Si usted y su Gobierno no las toman, habrán perdido la oportunidad de dar solución a uno de los problemas políticos y sociales más vergonzantes de esta Administración, y además entenderá que, como ciudadanos de a pie, nos preguntemos en que condiciones ha creado esos 145.000 empleos, ¿en precario como en la Administración?

Ahora, en la mitad de la legislatura, sólo sería creíble su compromiso por el empleo si las políticas que desde este momento se apliquen fueran coherentes y equilibradas entre ambos sectores, público y privado. Bien si se consigue crear empleo, pero mejor si no se destruye el que hay. Y menos si es en la empresa de todos. Usted tiene la responsabilidad de conseguirlo.
Esta carta ha sido publicada en el  Diario Las Provincias.
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